La conciencia de manipulación y adoctrinamiento de los medios en la sociedad catalana por parte de los nacionalistas empieza a despertar. Viernes un centenar de personas de todas las edades se concentraron hora ante los estudios centrales de TV3 en Sant Joan Despí para protestar contra el adoctrinamiento nacionalista de TV3 bajo los lemas "TV3 independiente, no independentista", "El único recorte, recortar la estelada "o" Queremos que TV3 sea realmente nuestra, y no exclusivamente la vuestra. TV3 ha de ser la de todos ", los convocantes, Somatemps, han dirigido una carta a la dirección de TVC que han entregado durante la manifestación.
La deriva separatista de Artur Mas tensa cada vez más la convivencia interna en la región. Muchos son los catalanes que, después de mucha paciencia, han dicho basta a la manipulación política y mediática orquestada por el nacionalismo. En este sentido, la plataforma "antiindependentista" Somatemps ha movilizado este sábado para denunciar el servilismo político de TV3 con la Generalidad.
Todo ello coincide con las huelgas intermitentes convocadas por los trabajadores de TV3 y de Catalunya Ràdio, las emisoras públicas de la Generalidad, que viven el peor conflicto laboral de su historia: el director de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), Brauli Duart , quiere aplicar para este año unos recortes salariales del 13% en la televisión y del 10% en la radio. Y los empleados quieren negociar cómo y en qué se recorta "para que no paguen los platos rotos los de siempre".
Al Gobierno catalán se le acaba el tiempo para solucionar el conflicto que tiene en sus medios. El 31 de marzo es la fecha límite por ley para enjugar el déficit de los organismos públicos y deben presentar unas cuentas perfectamente cuadradas.
¿Qué pasará si los trabajadores y la dirección de la CCMA no llegan a un acuerdo? Que Brauli Duart no tendrá más remedio que tirar por la calle del medio y aplicar el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, que prevé modificaciones de las condiciones laborales de los empleados por las bravas. Y a partir de ahí puede pasar cualquier cosa, incluida una huelga salvaje que ponga en riesgo la estabilidad de los propios medios públicos.
Las posturas están estancadas. Hace una semana, los trabajadores votaron a favor de hacer huelgas intermitentes y parciales, que tienen lugar cada dos días. Y Brauli Duart ha convocado para el próximo día 20 de febrero a los comités para sentarse a negociar en lo que sería la última fase antes de tomar decisiones drásticas. Habrá un equipo por parte de la dirección y otro por parte de los trabajadores. La orden que llega del Gobierno de la Generalitat es muy clara: hay que llegar a un acuerdo.
Jose Velazquez Jimenez
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