viernes, 6 de junio de 2014

Jo també vull un referèndum













El personal camina por la calle desatado pidiendo que el gobierno permita celebrar un referéndum sobre cuál debería ser nuestro sistema político que si monarquía o república mientras por el norte y noreste se montan cadenas humanas por el derecho a decidir o la independencia de sus territorios. Mientras el Gobierno se ha cerrado en banda diciendo que no es posible y por ello habrá que reformar la Constitución y ratificar el Congreso dentro de los parámetros previstos por la misma.

Ahora con motivo de la abdicación del rey Juan Carlos, las masas republicanas de izquierdas, adornadas con la bandera tricolor, ocuparon las plazas. La manifestación más numerosa fue la de Madrid, en Sol, donde no llegaron a los 10.000. Los republicanos aprovechando la situación exigían un referéndum para decidir sobre la forma de Estado, si Monarquía o República.

Según su incultura, inducida por el PSOE a través de sus reformas educativas, y mantenida por el PP y los partidos nacionalistas, los pobres republicanitos desconocen que la Constitución Española de 1978 ha sido la única de la historia de España que se ha sometido a referéndum, junto con varias leyes fundamentales del régimen franquista, como la Ley para la Reforma Política (1976), la Ley Orgánica del Estado (1966) y la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947) .

La Constitución permite llevar cualquier iniciativa propuesta por cualquiera de los partidos parlamentarios entre ella la modificación parcial o total de la Constitución vigente. Esta propuesta también se puede llevar a cabo mediante la recogida de las firmas necesarias entre los ciudadanos.

Los dirigentes de izquierda y nacionalistas, sabiendo que en las actuales circunstancias no contarán con la mayoría necesaria para efectuar estos cambios han decidido rechazar estos procedimientos demasiado laborioso para ellos, ya que deberían explicar a todos los españoles las ventajas que puede tener una república o bien que una región independiente, limitándose a sacar al personal afectado por el paro o la crisis económica a armar el lío por las calles a gritar después de un cursillo rápido de eslóganes rimados y de altercados públicos los dotan con una bandera con una estrella en la ignorancia de que esto vaya a resolver su problema. Ahora algunos pretenden rodear el Congreso el día de la entronización del nuevo rey. Quienes lo montan, pretenden simplemente un quítate tú que me pongo yo, sin pasar por las urnas.

Yo también quiero votar, no sólo para sí rey o república o el de independencia de Cataluña y País Vasco que me coge lejos, sino por temas que afectan a muchos directamente a mi bolsillo. Por ejemplo ¿Por qué debo sufragar la existencia de cinco o seis administraciones públicas que funcionan con mis impuestos que se solapan o anulan constantemente unas a otras? ¿Por qué de mi bolsillo y no del de los afiliados o interesados, debe salir la financiación de los partidos políticos? Y los sindicatos? ¿Por qué de mis impuestos se ha repuesto la gran estafa de las cajas de ahorro de la que sólo se han beneficiado sus dirigentes financieros o políticos que siguen campando en libertad y pese a las evidencias no han vuelto lo robado?

Si alguien todavía piensa que el cambio de monarquía por república o para declararse independientes podrá solucionar todos sus problemas o es que es un ingenuo, o aprovechado.











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